Tengo toda la noche en las venas – Paul Eluard

48 Estación terminal



(Todos los pasajeros deben descender)

Corre el metro subterráneo y ya es de noche.
Por el túnel  húmedo y feroz.
Pasan las luces de neón a 60 Km/h

Te poseo sumergido en el metro
y en el vagón incorrecto.

Mi boca abierta la contempla, inquisidora,
esa vieja tenebrosa con su anciano esposo
y la hija domadora con sus labios y deseos pulcros.

Te poseo
en el metro sumergido.

Como espolón y como proa mi nariz se hunde ciega
entre las húmedas que asoman hembras
resistiendo con sus pasamanos resbalosos
y a sus barandas manos altas sosteniendo.

Se abren las puertas interruptus
y subo las éticas escalas y sus esclusas
hasta el taxi que busca con sus bajas luces;
blancas piernas y con apuro.

Olor de mi cerveza y menta
hiela mis pulmones.
Mientras pienso en ti, llena de trenzas,
regreso a casa.
Y ya es de noche sin amputaciones.