Tengo toda la noche en las venas – Paul Eluard

33. CAMILE







































La liturgia del amor que yo practico
es un método
que cohesiona mi lógica y mi libido.
Automatizo lo que de mí tocas;
el aroma, las ondulaciones
para en definitiva saberte
y en eso no transo,
Para ser exacto
no apelo a ningún sentido
excepto el tacto.

Es mi táctica mirar fijo
no suponer tus funciones
y adivinar que enmudeces
a nada sabes y que no hueles.

Es un rito palpar los nudos,
un músculo;
saber de la tráquea
del cráneo pulcro
comulgar el deseo en tus vértebras,
tocar entre ellas el orden
ciego y sordo,
en equilibrio; flexibles a mí
y analizar la simetría de tus huesos.

Mi sentido matemático proviene del asombro.
Está allí, en ti,
el dominio de la sustancia pura
donde lo mejor es mi tacto.


Y mi piel de tarde,
que es una cinta de extensión
mi órgano sexual más grande,
requiere saber el concepto inequívoco
de tu existencia en tiempo y energía
de tus órganos asociados en combinación precisa
a mi organismo.

De ti

Soy el erudito.